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Incapacidad Permanente por Trasplante de Riñón

incapacidad permanente por trasplante de riñón

¿Has sido trasplantado de un riñón? Esta es una de las causas contempladas por el INSS para solicitar una prestación por incapacidad permanente. Algo que has de saber es que para que te puedan conceder la pensión se deberá acreditar el informe médico que detalle que la enfermedad renal es de carácter grave y que ya te han intervenido quirúrgicamente y la mejoría es mínima.

En este artículo vas a descubrir los diferentes tipos de incapacidad permanente a los que puedes optar si has sido trasplantado de riñón y el grado de discapacidad que se te puede reconocer en según que casos. Sigue leyendo y no pierdas detalle.

Trasplantes de Riñón y Tipos de Incapacidad Permanente

Índice de Contenido

Si has sido trasplantado de riñón, puedes llegar a ser beneficiario de la pensión por incapacidad permanente total y también de la absoluta, es decir, una u la otra, jamás las dos al mismo tiempo. No obstante, para que te puedan conceder la prestación correspondiente a tu caso, se deben cumplir ciertos requisitos de los que te hablaremos a continuación.

Incapacidad Permanente Total

Aquellas personas que ejercen un puesto de trabajo que requiere un esfuerzo físico continuado y además han sido trasplantadas de riñón, pueden ser beneficiarios de una incapacidad permanente total pero, también se ha de contemplar que el trasplante progresa adecuadamente.

Entendemos como actividades laborales que requieren de un esfuerzo continuo y para el que dicha persona está limitada a mozos de almacén, transportistas, entre otras muchas profesiones del estilo.

Incapacidad Permanente Absoluta

Aquellos trabajadores que se padezcan una patología renal en estadio 4 o 5, podrán ser beneficiados por la pensión de incapacidad permanente absoluta.

Cuando esta se concede a la persona afectada, esta debe entender que ya no podrá desempeñar ni la actividad laboral de su profesión habitual ni cualquier otra.

Grados de Discapacidad: Trasplantes de Riñón

Para determinar el grado de discapacidad de una persona que ha sido trasplantada de riñón, la evaluación de la persona afectada se deberá regir por los criterios que se reflejan en el Capítulo 8 del Real Decreto 1971/1999 que según dicta, se reconocerá dicha discapacidad dependiendo de los datos de las pruebas de aclaramiento de creatinina.

También se debe tener en cuenta si se ha producido un deterioro progresivo de las funciones renales durante el último año y si además la persona en cuestión, experimenta episodios recurrentes transitorios.

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